Autismo
¿Qué es el autismo?
El autismo, o trastorno del espectro autista (TEA), es una afección que se caracteriza por una combinación de comportamientos repetitivos, así como un funcionamiento social, un desarrollo general y una comunicación verbal/no verbal atípicos. El diagnóstico del TEA incluye una evaluación del desarrollo y una evaluación diagnóstica integral.
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¿Por dónde empiezo?
Como haría con cualquier niño, infórmese sobre su desarrollo. Aprenda cómo estimular a su hijo a cualquier edad. Consulte nuestra Herramienta de Evaluación del Desarrollo para determinar los hitos que debería estar alcanzando.
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¿Quién puede ayudar a mi hijo?
Además de la orientación de su pediatra y otros padres con hijos con autismo, la fisioterapia puede ayudar a su hijo a desarrollar la motricidad gruesa, incluyendo el equilibrio y la coordinación. La terapia ocupacional puede ayudar a su hijo con la motricidad fina y visual, así como con sus necesidades conductuales, sensoriales y de alimentación. La logopedia puede ayudar con el funcionamiento del habla y el lenguaje, y con el desarrollo de las habilidades de alimentación.
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¿Cuando debemos iniciar la terapia?
El diagnóstico y el tratamiento tempranos son fundamentales para ayudar a su hijo a alcanzar su máximo potencial. Se recomienda terapia semanal, ya que los niños crecen y cambian con tanta rapidez. Además de ayudar a su hijo a alcanzar los hitos de desarrollo, la terapia también puede mejorar su comportamiento general, dotando al niño de las habilidades de comunicación necesarias para tener éxito.
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Información sobre habilidades sociales
Las personas con autismo a menudo enfrentan dificultades en sus habilidades de comunicación verbal y no verbal. Como resultado, las habilidades sociales pueden convertirse en un desafío para la persona autista. El uso adecuado de gestos, el contacto visual, el tono de voz, las expresiones faciales y el lenguaje hablado son áreas de desarrollo para las personas con autismo y pueden abordarse mediante terapia.
Áreas de impacto con el autismo
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Desarrollo social
- Disfruta de formas únicas de jugar con los juguetes, como alinear objetos o concentrarse en un componente específico. Puede confundirse con las emociones de los demás; sin embargo, esto permite que los niños con autismo sean más receptivos a diversas expresiones emocionales. Tiende a ser muy directo y honesto en las conversaciones, independientemente de la situación social. Un menor contacto visual directo puede ayudar a los niños neurodivergentes a conectar con personas ansiosas que se sienten incómodas con el contacto visual intenso. Una imaginación vívida permite a los niños con autismo crear conceptos novedosos con facilidad, pero puede afectar el juego imaginativo típico con otros niños.
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Deterioro motor
- La poda sináptica, o la forma en que el cerebro decide qué sinapsis son necesarias y cuáles no, es menos eficiente en niños con autismo. Estos niños retienen tanta información que puede resultarles difícil concentrarse en el dominio de las habilidades motoras finas y gruesas en momentos adecuados para su desarrollo.
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Desarrollo del lenguaje
- La ecolalia, o repetición de lo que otros han dicho, es una herramienta que utilizan los niños con autismo para desarrollar sus habilidades lingüísticas receptivas. La mayoría de las personas utilizan la repetición para aprender diversas cosas, por lo que no es necesariamente una acción negativa. Todos hemos malinterpretado un chiste alguna vez. Los niños neurodivergentes son más propensos a malinterpretar los chistes y el sarcasmo porque piensan de forma concreta y objetiva, en lugar de abstracta.
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Funciones cognitivas
- Las dificultades cognitivas identificadas en niños con autismo, como el bajo rendimiento académico, la desorganización y la dificultad para resolver problemas, son un indicador de rechazo a la rigidez de las normas educativas y no de la inteligencia de su hijo. Una memoria excepcional puede provocar que su hijo se aburra en la escuela, lo que provoca que se centre en información e intereses novedosos en lugar de en lo que se enseña actualmente. Los niños con autismo suelen preferir instrucciones concretas para alcanzar una meta. Si a su hijo se le indica que "organice su escritorio", es posible que no sepa cómo hacerlo. Esto no significa que su hijo sea desorganizado, sino que necesita instrucciones paso a paso sobre cómo hacerlo.
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Regulación emocional
- El autismo provoca una agudeza sensorial, lo que puede llevar a que su hijo se sienta abrumado en entornos ruidosos o caóticos, lo que puede provocar crisis nerviosas. Todos los niños están aprendiendo a regular sus emociones y, cuando no están seguros de cómo expresar sus sentimientos, usarán acciones en lugar de palabras. La sobrecarga sensorial en los niños con autismo simplemente provoca que sus expresiones activas sean más intensas. La preferencia por la rutina genera angustia cuando se desvía del horario habitual. La sobrecarga sensorial a menudo puede causar ansiedad al introducir nuevos sonidos, imágenes y personas. Es beneficioso para los niños con autismo saber qué esperar y cuándo esperarlo. Por eso, los cambios en la rutina diaria tienen un efecto significativo en los niños con autismo.
